Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 26-11-2009
En la parte superior del Aloya, escondida entre unos árboles, tenemos una capilla pequeñita con sus bancos para sentarse a la puerta y sus santos de rigor dentro, aquà me trajeron de visita hace un montón de años y la verdad es que no recuerdo que haya cambiado nada desde esas épocas. El edificio de la izquierda es el Albergue del Cabildo, el dÃa que pasamos por allà se oÃan griterÃo de adolescentes y ruido de platos y tenedores, supongo que estarÃan de excursión o convivencia.
Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 19-11-2009
Una vez visto un dolmen y leÃda la historia sobre su origen llega un momento en que cada vez que ves tres piedras con una de ellas encima de las otras dos, nada, es otro dolmen seguro. Pongamos como ejemplo esta agrupación de piedras que hay camino del Monte Aloya en Tuy, sin cartel ni indicaciones a su alrededor. ¿Es? ¿No es? ¿Nos ponemos a excavar a ver si hay algo enterrado debajo que nos confirme su pertenencia al grupo de los dólmenes?
Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 29-10-2009
Como última fotografÃa del recorrido por el Monte Aloya dejo una de la «Casa Forestal Ingeniero Areses», diseñada por el ingeniero Rafael Areses de Tuy hace casi noventa años con unas formas bien curiosas. Actualmente es el centro de recepción de visitantes y en ella se puede ver abundante información sobre el parque y su historia.
Mucho me llamó la atención una señal en un lateral de la carretera. De haber llevado encima mi rotulador gordo hubiera modificado el aviso dejándolo en «Evite atropellar a los reptiles y a mi suegra que son de la misma especie». Por si acaso, que nunca se sabe.
Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 22-10-2009
Otra de las cosas que destacan en el Monte Aloya es el tamaño de las piedras que se hallan incrustadas en el suelo por el medio del bosque. Ahà tenéis foto de una con un niño subido para que podáis establecer la comparativa adecuada de tamaño. Incluso las hay que se han ido rompiendo en pedazos y las de la parte superior se hallan en equilibrio inestable, lo ideal para mi que siempre tuve el sueño de echar rodando una piedra gigante pendiente abajo hasta la ciudad mas próxima.
Dice la tradición que los extraterrestres las tiraron sobre el cañón y las huestes del rey Arturo I el Bruto hasta no dejar tÃtere con cabeza. Y es que amiguitos, tanto buscar signos de vida extraterrestre y se nos olvida que si ellos son mas bestias que nosotros, a ver qué hacemos si se ponen a las malas, que la gente a veces es muy bruta y los marcianos como no tienen que pagar lo que rompen lo pueden ser mucho más porque no les duele el bolsillo.
Escrito por: Jc | Categoría: Pontevedra | Publicado el: 08-10-2009
A escasos metros del centro de Tuy está la entrada al Monte Aloya, un parque natural que ocupa un monte entero. Desde la parte inferior sale una carretera en subida según se va y en bajada según se vuelve que recorre durante unos siete u ocho kilómetros de zona arbolada hasta la parte superior del monte. Una vez arriba tenemos una capilla, un repetidor de la tele, un refugio de montaña, miradores, y, lo mas importante, un bar donde repostar una cervecita con la que hacer mas agradable la estancia entre tanto verde y tanto bicho. Hablando de bichos, cuentan las leyendas que el rey Arturo I el Bruto, atemorizado ante la posibilidad de ser vÃctima de un ataque extraterrestre, construyó en lo alto del monte un cañón tan grande que los mismÃsimos ciervos al verlo se quedaron petrificados del horror.
Incluso un lagarto gigante que se aproximó por los andurriales corrió la misma suerte al contemplar el calibre del artefacto del rey (del cañón, me refiero).
La semana que viene veremos los miradores del Monte Aloya. Por cierto, me apuesto algo que en las estadÃsticas acabará apareciendo alguien buscando la leyenda del cañón del rey Arturo y los animales petrificados a pesar de que me la acabo de inventar. La gente nunca me dejará de sorprender.
Escrito por: Jc | Categoría: Humor, Pontevedra | Publicado el: 10-08-2009
¿Alarma? ¿Antirrobo? ¿Puerta blindada? Que va, mejor el terror psicológico, una especie de «abandone toda esperanza aquel que entrare aquû pero a lo moderno.
Visto en el bar del Monte Aloya, en Tuy.